No puedes entrar. |
By Trent Griffith.
Si recuerdo bien, era el l año de 1985. Como un graduando de secundaria con la cara llena barros, yo asistí a una convención de jóvenes cristianos con otros 7000 bultos de hormonas explosivas (conocidos también como adolescentes). El orador principal era un impresionante predicador negro que nos llevaba al borde de nuestros asientos con su desbordante energía, movimiento constante, e ilustraciones vividas. Su misión ese día era hacer un llamado a una vida de pureza moral. Su pasión por el tema fue evidenciado por el hecho de que con cada punto, su voz se elevaba una octava. En el clímax de su mensaje, el volvió su atención hacia las chicas que había entre nosotros. Dificultado por lo que parecía arena en sus cuerdas vocales y perlas de sudor en su frente, nunca olvidaré su voz en creciendo con un ruego: "SI TÚ NO ME DESEAS EN TU FIESTA, ENTONCES NO ME ENVÍES UNA INVITACIÓN!"
El fenómeno producido por esta declaración fue sorprendente. Cientos de jóvenes damas comenzaron a cruzar sus brazos y a halar sus faldas para intentar ocultar algo que era expuesto por sus inmodestas ropas.
Proverbios 7 nos introduce a lo que la Biblia King James llama una "mujer extraña." (La Biblia de las América la llama igual, y Reina Valera, "mujer ajena")La primera
característica que la identifica es que estaba "vestida como una ramera."Lo que sea que esto signifique, ciertamente es algo por lo que los padres no desean que su hija sea caracterizada. Así que ¿por qué los padres son tan renuentes a prevenir a sus hijas de "vestirse como unas rameras"?
1. Muchos padres están usando las normas equivocadas de comparación. Pablo nos advirtió de esto cuando dijo,Al medirse con su propia medida y compararse unos con otros, no saben lo que hacen. ” (2 Corintios 10:12b, NVI). Algunos padres honestamente podrían estar involucradas, la forma de vestir parece muy inocua. Lo que ellos no están comprendiendo es que esta falta de modestia en el vestir podría ser la puerta hacia abajo en el camino de conducta inmoral. siente que sus hijas son modestas comparadas a lo que ven en el mundo. Y comparadas con la inmoralidad en la que ellas
2. Las madres pueden haber visto a sus hijas compitiendo injustamente con otraschicas, y pueden realmente animar a sus hijas a no permitir ser aventajadas por sus compañeras en la apariencia externa. Ella pueden estar cayendo en la mentira de que la belleza externa es de supremo valor. Ellas están comunicando erróneamente a sus hijas, "consigue toda la atención que puedas por medio de tu forma de vestir." Proverbios contrasta el valor que Dios da a la belleza interna versus la belleza externa: "Como anillo de oro en el hocico de un cerdo es la mujer hermosa que carece de discreción. ” (11:22, LBLA).
3. Los padres usualmente dependen de sus esposas para establecer normas para la ropa de sus hijas. Sin embargo, por muy sincera que una madre pueda ser en ayudar a su hija a vestirse apropiadamente, ella simplemente no puede ver a través de los ojos de un hombre. Los padres comprenden en una manera en que las madres no pueden ver, cómo la más ligera indiscreción en el vestir puede provocar pensamientos impuros en la mente de un hombre. Por lo tanto, padres deben involucrase.
4. Algunos padres tienen una relación tan frágil con sus hijas que tienen miedo de arriesgarse a un confrontación que pueda ensanchar la brecha en su relación. Ellos no desean ser acusados de ser el "policía de la moda" o ser visto como un "tipo malo". Muchos padres han sido negligentes en invertir "el capital paternal" que ellos pueden consumir cuando necesitan hablar la verdad en amor a sus hijas. La muchachas cuyos padres no les han dado una atención apropiada pueden intentar buscar la atención de otros varones a través de la forma en que ellas visten. Los padres deben reconocer cómo esto puede preparar a una jovencita para la impureza moral.
5. Otros padres trágicamente han perdido la sensibilidad a la manera en que sus hijas visten debido a una fortaleza de la pornografía en su vida. Ellos simplemente no notan la ropa seductora de sus hijas porque ellos han permitido que sus ojos se festejen a menudo en imágenes impuras.
Ahora, como el padre de tres chicas pre adolescentes, yo he sido convencido por Dios de mi responsabilidad para prevenir las invitaciones con mi. Así que yo estoy comenzando temprano. Yo he establecido la política de "papi tiene que verlo primero". Cada vez que una de mis hijas consigue una nueva prenda, nosotros tenemos una pequeña exhibición de moda. Tú deberías ver cómo disfrutan alegremente la atención de su papi cuando les digo cuán elegantes y bellas son, paseándose por la "pasarela". Pero mi propósito no es ver si ellas están a la moda. Esa es la especialización de mamá. Yo estoy viendo si ellas están vistiendo cualquier cosa en cierta forma que podría causar que la explosión de un tipo cuando ve a mis hijas. Yo me pregunto a mí mismo¿Es esto muy escotado, es muy corto, es muy apretado, o de otra manera muy revelador? ¿Podría lo que ellas están vistiendo causar que el ojo de un hombre sea atraído hacia alguna parte de su cuerpo que él no tiene por qué ver, y por eso le envía una invitación a un tipo que
yo no deseo en su fiesta?Si una prenda de ropa no pasa el test, este encuentra un nuevo hogar.
La pregunta, "¿Por qué, papi?" es contestada con un simple, "esto no es lo mejor," generalmente seguido de un "Bien, papi." Francamente, yo he encontrado poco que podría caer en la categoría de "no mejor" en mis hijas de uno, cuatro y ocho años, pero comprendo que si yo trato de implementar mi política cuando ellas tengan once, catorce , o dieciocho, probablemente tendré dificultad. Yo calculo que comenzando ahora me aseguraré que ellas todavía valoren mi intervención cuando "De acuerdo, papá" es duro de convencer.!
Recientemente se me pidió dirigir el problema de la de la modestia en una reunión de personal de una escuela cristiana local. Varios padres habían estado presionando a la escuela para reforzar su código de vestir. A la mitad de la reunión un padre golpeo sus manos en frustración porque las iglesias locales no tratan el problema en sus grupos juveniles. Esa misma semana yo tuve una discusión con pastores quienes estaban espantados de cómo los padres podían permitir a sus hijos vestir en forma tan impropia cuando venían a la iglesia. Esto fue un ciclo de irresponsabilidad. Los padres señalan con su dedo a la escuela; la escuela culpa a la iglesia; los líderes de la iglesia señalan (y correctamente) a los padres.
Rompamos el ciclo. De otra manera, padres, no se sorprendan cuando tipos indeseables comiencen a presentarse a la fiesta de sus hijas.
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